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Pérez Sauceda, José Benito. "Urge un Plan Estatal de Mediación". El Norte. Local. 21/01/13. p. 6. |
Durante la pasada Semana de la
Mediación, en Octubre pasado, la Magistrada Presidenta del Tribunal Superior de
Justicia, Graciela Buchanan declaró su intención de presentar una iniciativa de
Ley que propone la aplicación de la Mediación como requisito de procedimiento
previo a juicio. La medida se aplica con éxito en distintos países. Las
naciones que aplican la Mediación obligatoria registran una mayor aprobación
por parte de la población a dicho método alterno que aquellas donde su
aplicación es voluntaria.
Sin embargo, la Presidenta
Magistrada también declaró que la iniciativa todavía no podía ser presentada al
Legislativo pues la falta actual de suficientes Mediadores provocaría la
saturación del Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de
Conflictos.
El anuncio de Buchanan es un
sincero reflejo de la situación de la Mediación en la entidad. Aunque la
presidenta del Tribunal Superior está reforzando con acciones inéditas la
bandera de la Mediación en Nuevo León, también acepta que todavía no tenemos
los suficientes vientos para hacerla ondear
El mencionado proyecto de Ley
tiene tiempo trabajándose. Su servidor tuvo el honor de ser invitado a las
diversas mesas de análisis para su elaboración.
Hasta donde tuvimos información
el proyecto establecía una “vacatio legis” de 2 años con el propósito de
generar el material humano suficiente y adecuado para poner en marcha tan
importante y loable labor.
Las declaraciones hechas por la
Magistrada Buchanan muestran el deseo del Poder Judicial de no cometer errores
a la hora de implementar el nuevo modelo de Justicia, pero también podrían
resultar preocupantes ya que una vez más, un gran avance para la Mediación en
nuestro estado tiene que ser aplazado.
El suceso nos confirma la
necesidad de un Plan Estatal de Mediación en el cual la autoridad se comprometa
con plazos y términos, hacia dónde, cuándo y cómo será implementada la
Mediación obligatoria en Nuevo León.
Seguir sin un plan, programa o
política clara, dejando la cuestión al criterio de los poderes judicial y
ejecutivo en turno, perjudica a la Mediación y respalda los señalamientos de
diversas ONG´s sobre que el el estado de Nuevo León, otrora pionero de la
reforma de seguridad y justicia, ya no lo es más debido a este tipo de
incidentes.
Si bien la aplicación de la
Mediación Obligatoria será un nuevo paradigma a nivel nacional, también resulta
sorprendente que a pesar de que Nuevo
León cuenta con Escuelas de Mediación pioneras a nivel América Latina, éstas no
hayan podido establecer los enlaces necesarios para promover que sus egresados
se conviertan en la práctica en verdaderos mediadores, volviéndose así en
fabricas de desempleados o de personal que se destinará a otros puestos de
trabajo.
¿Qué ha sido de todas estas
generaciones?, ¿En dónde han terminado sus egresados?
También es imposible pasar por
alto la responsabilidad del Poder Judicial que no ha hecho atractiva la
certificación para Mediadores y Centros Privados de Mediación, quienes obtienen
pocos beneficios de la misma pero si muchas obligaciones, lo cual podría
explicar en parte esta escases.
Pareciera que las Escuelas
Públicas de Mediación, los Centros de Mediación privada, las Asociaciones de
Mediadores y demás involucrados no estuvieran trabajando con una agenda
conjunta y coherente, que haga voltear a la autoridad para alcanzar esta obvia
conclusión, la necesidad de un Plan Estatal de Mediación, que sirva de eje
toral para la implementación de la misma, hecho que ha dado resultados en otros
países.
La aparente falta de rumbo,
coordinación o coherencia en los esfuerzos por la Mediación parece ser un
problema de fondo que influye en los hechos.
El gremio Mediador y la
sociedad en general deben impulsar propuestas para evitar que dentro de 3, 5 o
10 años estemos todavía en espera de un sistema de Mediación público y privado
que llegue a todos los sectores de la sociedad.
La falta de lineamientos
perjudica no sólo a quienes se dedican a la Mediación, que ven como no crece su
fuente de trabajo, sino principalmente perjudica a toda la sociedad, que no
tendrá a la mano una mejor Justicia enfocada en el diálogo, el acuerdo y la
obtención de una real paz positiva.